La Universidad ha creado un grupo responsable de impulsar el aprendizaje-servicio. Se trata de una metodología que combina la docencia con la promoción del compromiso social del alumno. Permite desarrollar las competencias profesionales y sociales a través del servicio, para atender necesidades reales de su entorno.
Guadalupe Pérez Beruete, de Calidad e Innovación y coordinadora del equipo, explica algunas cuestiones sobre el grupo:
¿A qué responde la formación de un grupo dedicado al aprendizaje-servicio?
Uno de los diez proyectos del Horizonte 2020 es ladocencia innovadora. En ella se enmarca el aprendizaje-servicio como una de las metodologías por las que se apuesta en nuestra Universidad. La creación del grupo surge de la necesidad de ayudar a los profesores a poner en marcha en sus asignaturas actividades formativas que respondan a esta metodología. Muchas veces, el conocimiento de necesidades reales ayuda a que se nos ocurran acciones que puedan llevarse a cabo mediante aprendizaje-servicio.
¿Quiénes forman el nuevo grupo?
De manera ordinaria estaremos, del servicio de Calidad e Innovación, su directora, Pepa Sánchez de Miguel, Lourdes Orejana y yo; y de Tantaka, Beatriz Castillo.
También contamos con la colaboración permanente de la Facultad de Educación y Psicología. En concreto, las profesoras Concepción Naval, Elena Arbués, Sara Ibarrola y Sarah Carrica, que llevan tiempo investigando en el aprendizaje-servicio desde el Grupo de Investigación Educación y Ciudadanía; y que actualmente impulsan un proyecto nacional: Aprendizaje-servicio y empleabilidad de los estudiantes universitarios en España: competencias para la inserción laboral.
Además, Career Services aportará su experiencia para el contacto con los socios comunitarios, las entidades a las que va dirigida la actividad de aprendizaje-servicio.
¿Cómo tuvo lugar su creación?
A medida que íbamos avanzando en la puesta en marcha del proyecto de aprendizaje-servicio, nos dimos cuenta de la necesidad de crear este grupo, para poder apoyar todas las iniciativas en la Universidad. Hay muchas ya detectadas, otras que quizás los profesores no sepan, y otras que están por llegar.
¿Cuáles son sus tareas?
Por una parte, como ya se ha comentado, ayudar a los profesores a poner en marcha la metodología del aprendizaje-servicio en sus asignaturas, fomentando las sinergias entre ellos y los diferentes socios comunitarios. Por otra parte, detectar necesidades en la propia sociedad para tratar de darles una respuesta.
¿Qué objetivos tiene previsto a corto plazo?
Fundamentalmente, cuatro. En primer lugar, poner en marcha una web de aprendizaje-servicio, en la que se pueda encontrar información acerca de esta metodología: qué es, testimonios de alumnos y profesores, difusión de jornadas, congresos, etc.
En segundo lugar, en las próximas semanas, nos vamos a reunir con los centros para contarles el proyecto y ofrecerles nuestra colaboración.
En tercero, la organización de sesiones de formación para profesores, para explicar qué es el aprendizaje-servicio y cómo se puede poner en marcha.
Y por último, nos gustaría crear un sello aprendizaje-servicio, un distintivo aún por definir, para dar visibilidad a las asignaturas que están utilizando esta metodología.
Nuestra ilusión es que para el próximo curso hayamos incorporado algunas asignaturas más con esta metodología.
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